lunes, 5 de enero de 2009

Cuando yo te beso

Te beso y se estremece el mundo entero,
tus labios indefensos tiemblan
con mi lengua penetrante
quebrantando la pasividad de tu boca.

Los árboles se erizan porque yo te abrazo
y mis manos aldentes derriten las cimas de tus senos.
Entonces siento cómo los torbellinos de tus gemidos
se azotan en mi cuello; y yo te beso.

Te beso repleto de cielos
mientras te recuesto en las nubes de mis deseos.
Me torno ardiente como el sol
para derrocar al mismo invierno.

Desciendo por un desierto de crema en
en busca del incesante perfume de mi flor,
mis dedos rasgan, en su antojo,
las palpitantes colinas de tus muslos.

Te beso formando anillos para contraer tu cuerpo,
mis dientes te atrapan como anticipo
para las elevaciones de tu sangre
y tú me ves sediento
con esas perlas de agua verde
y yo, que ya estoy mojado, te beso...