lunes, 21 de enero de 2008

Remedios Caseros

Ayer me pareció caminar entre las faldas del fuego.
Estaba gloriosamente dibujando
una mano gigante que se contracturaba de a poco;
y me hacía escupir desvelos retorcidos.

Retorcidos como las carnes del cordero
que ofreció su sangre para alimentar el mundo,
el mundo de sus propios torturadores,
a los que amó tanto pero sin poder saberlo.

No sé por qué me perdía entre las oleadas caídas del sueño,
me parece haber estado vagando en un túnel
con tantos espejos que ya no los cuento.

Siento las rodillas celosamente mullidas;
y cada vez que las flecto,
hasta las miseras ratas deben socorrer
mis intangibles dolores de orgullo.

¿Será que ayer rebocé de confianza,
que de un pestañeo perdieron mis ojos el cielo,
que se prendieron las puertas y ventanas que blandía el silencio,
o es una fractura de espanto que me hace llorar de miedo?

3 comentarios:

Francisco dijo...

Está bonito, a ratos se lee bien, por ejemplo en el tercer párrafo. Pero siento que los demás están execivamente adornados. De todas maneras no está malo y que bueno que volviste a escribir. Suerte.

Pellu Szabó dijo...

no me gustó, es un tanto melo-dramático...
FUEGO repetido he innecesario
FLECTO y no flexo
REMEDIOS CASEROS insostenible

bonitas las palabras, sin sentido el texto...

Amapolada. dijo...

Está bonito, lo que no significa que esté bueno. Se muestran algunas lindas imágenes, pero no entiendo bien el sentido, no entiendo bien la union de las estrofas, se leen bien algunas y otras están definitivamente de challa xD (perdona la expresión). Pero es lindo.
Siga trabajando y sorprendiendo.

besos y abrazos.